Hallabase la Vaquera
perdida en el conurbano
observando Las vidrieras,
liquidación de verano.
Cuando compró una remera
le empezó a picar el ano
y se acordó de su infancia
de esa sutil primavera,
que ocurrió antes del verano
cuando al desearla caliente
se corrió Manuel Belgrano.
Diose cuenta, presurosa
que su vida se acababa,
y entonces, desesperada,
tomó el tren a finojosa.
Allí todos la esperaban
los cabritos, las lechuzas,
los grillos, las ensaladas,
los buitres, las mariposas
y el Marqués de Santillana.
- Señora de la Finojosa
esperaba tu regreso
no veis mi protuberancia,
porque tengo el miembro tieso
-Que lenguaje tan infame
-Espero que me la mames
-Que diseis desubicado?
-Que tengo el palo parado
-Calla, vil indecoroso!
-Pues tengo el choto lechoso
-Me espantan tus indirectas
-Veni que la tengo erecta
-Que tenéis la idea fija!
-Ven que te meto la pija
-Pero qué te pasa, hermano???
-Te la meto por el ano
Y a pesar de los intentos
de tan preciosa Vaquera
de escapar a su destino,
con trazo fino y de una,
con tinta negra y con pluma
esta historia verdadera
el Marqués ya la había escrito
con poca delicadeza
pues la escribió con su pito.
Moraleja: DESCONFÍA DE LAS LIQUIDACIONES DE VERANO.
6 comentarios:
Me parece, no sé, pienso, que tal vez la Vaquera provocó un poco al Marqués con esa remera de verano.
No sé,creo. Puedo estar equivocada.
Yo fui testigo de la pasión.
Las ensaladas que esperaban a La Vaquera de la Finojosa...¿contenían berro?
Qué curiosidad me aqueja
qué sórdido debe haber sido!
en este blog pervertido
¿comentario suprimido?
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